Hace unos años, no muchos, cuando el mundo universitario era uniforme en demasía, el vivir era casi inalterable y precario el subsistir, no se publicaban libros todos los días; editar un nuevo libro de texto era tarea laboriosa, acontecer notable, casi un lujo. Un buen libro debía ser duradero, con pretensiones de eternidad, valioso para un gran abanico de estudios, de utilidad universal, colmado de contenidos, abarcándolo todo, enciclopédico. Editar los libros hoy tiene poco que ver con lo que era publicarlo ayer; hoy la situación es muy otra. Muchos libros tienen una vida efímera; los planes de estudios cambian en demasía, las necesidades de la docencia evolucionan con celeridad. El libro que les cuadra a éstos, ya no les conviene a sus análogos de al lado; a una misma carrera se puede llegar por caminos diferentes, dependiendo de dónde se curse. Los libros extensos, de vasto contenido, son ya demandados por pocos: a lo más por aquellos pocos que han de estudiar una asignatura cuyo temario, casualmente, concuerde con el contenido del libro; cosa rara es que esto ocurra, dada la actual dispersión que impera en los planes de estudios. A la vista de todo lo anterior, hemos dado en pensar que si queremos ofrecer libros útiles, libros que sean interesantes para los actuales estudiantes, debemos también cambiar nosotros y hacerlo en la misma dirección. Así pues, estamos empezando a ofertar libros pequeños, de contenido limitado, restringido, casi monográficos. Como se entenderá, se trata más de «parcelar» y, en algún caso, agrupar pequeñas parcelaciones de nuestros recientes libros, con las mejoras, ajustes y adaptaciones pertinentes, que no de reescribir ex profeso nuevos textos, cuando los que hemos publicado, hace nada, los tenemos por acertados y valiosos. Este es el caso del presente libro de Electrostática que presentamos.